Discurso pronunciado por el entonces presidente Rómulo Gallegos en el acto de inauguración de la estatua de Simón Bolívar, en el poblado de Bolívar, Misuri, un 5 de julio de 1948.
Un discurso memorable para quien es la máxima figura venezolana de todos los tiempos.
Un discurso memorable para quien es la máxima figura venezolana de todos los tiempos.